A todos nos llega el momento de pagar ciertos impuestos y cumplir con Hacienda. Sin embargo, a veces no entendemos algunos conceptos y somos conscientes de lo que puede suponer no cumplir con una obligación tributaria, equivocarse o introducir erróneamente algunos datos con los que se calcula la cuantía a pagar en un impuesto concreto.
En BNA Consultores hemos realizado este artículo para aproximarnos un poco más al mundo fiscal. Somos especialistas en mantener impecable la salud Fiscal de nuestros clientes desde nuestro departamento especializado.
¿Qué es una obligación tributaria?
Una obligación tributaria (OT) es toda aquella obligación que tiene un sujeto pasivo hacia un sujeto activo y surge de la necesidad de pagar tributos para el mantenimiento de los gastos del estado, a través de la Agencia Tributaria.
Cuando hablamos de sujeto pasivo, nos referimos a la persona que debe pagar este tributo y, el pasivo contribuyente hace referencia a la persona que ha cumplido con dicho pago.
En cambio, el sujeto activo es quien reclama el pago de los tributos, es decir, el beneficiario: La administración.
Además de los sujetos, dentro de una obligación tributaria hay varios términos que se deben conocer: El hecho imponible que genera la obligación de pagar el tributo, la base imponible sobre la que se calcula el impuesto, el tipo de gravamen que se aplicará y finalmente la cuota tributaria que se debe abonar.
Las obligaciones tributarias: tipos
Existen dos tipos de OT: materiales o formales.
Obligaciones tributarias materiales
Según BOE las obligaciones tributarias materiales son «las de realizar pagos a cuenta, las establecidas entre particulares resultantes del tributo y las accesorias».
Obligaciones tributarias formales
Se definen las obligaciones tributarias formales como «las que, sin tener carácter pecuniario, son impuestas por la normativa tributaria o aduanera a los obligados tributarios, deudores o no del tributo, y cuyo cumplimiento está relacionado con el desarrollo de actuaciones o procedimientos tributarios o aduaneros.»
¿Qué sucede si no cumplo con las obligaciones tributarias?
En el caso de no declarar las obligaciones tributarias lo más probable es que Hacienda te sancione con una multa. ¿Qué significa esto?
Una sanción de Hacienda es una multa hacia un contribuyente sea persona o entidad al cometer una infracción tributaria, es decir, no cumplir con las obligaciones tributarias tanto materiales como formales. Existen diferentes grados de sanciones dependiendo de ser una infracción leve, infracción grave o muy grave.
- Leve. Esta es la sanción mínima. La multa representa el 50% de la cantidad no declarada y puede llegar hasta los 3.000 euros.
- Grave. La multa representa el 100% de la cantidad no declarada cuando se trata de una cifra superior a 3.000 euros.
- Muy grave. Esta sanción corresponde a infracciones con intención de ocultación flagrante, representan un 150% de multa de la cantidad.
Cuando una ocultación sobrepasa los 120.000 euros puede considerarse delito fiscal.
Sanciones más comunes
Hay diferentes tipos de infracciones. Las infracciones más comunes (de personas o entidades) por incumplir la obligación tributaria que Hacienda impone, por lo tanto, por las que más se sanciona son:
- No presentar la declaración a Hacienda o retrasarse con el plazo de prescripción.
- No liquidar una deuda tributaria.
- Solicitud indebida de devoluciones, beneficios o incentivos.
- No indicar el domicilio fiscal real, es decir, que incluya datos falsos.
- Declarar mal los gastos e ingresos de la empresa. Sea por accidente o propósito, omitir datos relevantes tanto de ingresos o gastos se considera una infracción importante.
- No llevar un libro de registros
- No realizar facturas o realizar facturas falsas
- Identificar erróneamente las facturas
- IVA intracomunitario.
- Utilizar a un tercero como testaferro, lo que supone un delito contra la administración tributaria.
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